26 de septiembre de 2015

Eveleth-Mackinaw City, 26 de septiembre 2015



                                          "Gracias a la vida que me ha dado tanto 
                                       Me ha dado la marcha de mis pies cansados 
                                            Con ellos anduve ciudades y charcos 
                                            Playas y desiertos, montañas y llanos 
                                               Y la casa tuya, tu calle y tu patio". 



Si hubiera querido decirlo con palabras propias no me hubiera salido mejor. Con esta estrofa del poema GRACIAS A LA VIDA de Violeta Parra, poeta chilena,  y que la cantante argentina Mercedes Sosa musicalizo e hizo tan popular en los años 60, quiero iniciar este día que para mi es especial. Estas palabras describen de manera casi perfecta lo que hago y vivo. Hoy estoy cumpliendo 57 años. No programe estar aquí para esta fecha, pero aquí estoy. Así lo quiso la vida que me ha dado tanto y por lo que le estoy muy agradecido. Gracias a mi Dios que es la vida misma, estoy aquí celebrando un año mas de existencia. En verdad puedo decir, GRACIAS A LA VIDA QUE ME HA DADO TANTO.

Hoy va a ser nuestro penúltimo día en la ruta, mañana llegamos a Hell para dejar las motos y regresar a casa.

Queríamos salir a las 7,30 de la mañana para hacer los casi 800 kilómetros que teníamos previsto, pero el día amaneció con mucha neblina. Esperamos hasta las 8,10 y viendo que no mejoraba el enfermo, decidimos salir. Las 3 primeras horas muy pesadas y lentas, pero avanzamos, que era lo importantes. Después de pasar Duluth que era nuestro objetivo inicial de ayer, el tiempo comenzó a mejorar de a poco y con eso nuestro rendimiento en la vía. Algunas paradas para gasolina y comer algo y sobre todo para tomar un buen café, hasta ahora los estamos buscando.

Los paisajes muy bonitos, muchos terrenos cultivados, bonitas praderas y espectaculares vías. Todas los pueblos y ciudades a los largo de la vía son muy bonitos, los hay muy pequeños y grandes. Pero el mejor vino aun esta por servirse. Si bien ya en Duluth tuvimos nuestra primera vista del Lago Superior, no fue hasta que llegamos a Ashland que pudimos en realidad disfrutar de él aunque para el momento seguía nublado. AL llegar a Marquette el sol brillaba en lo alto y el clima mejoro muchísimo, aquí pudimos tomar una bonitas fotos del lago y disfruta de su belleza antes de seguir. De aquí en adelante y por un buen rato pudimos observar esta maravilla en su esplendor. Luego de Marquette la ruta nos lleva por la Upper Peninsula hasta cruzarnos hacia el Lago Michigan, otra majestuosa belleza de la naturaleza. Aprovechamos para meternos en una de las entradas a los largo de carretera para verlo de cerca el lago. Aguas cristalinas, inmenso que parece un mar, con playas de arena y mucha vegetación.

Los Grandes Lagos son un conjunto de 5 lagos, el Superior,  Michigan, Huron, Ontario y el Erie. Están ubicados entre la frontera de EE.UU y Canadá. El Lago Michigan en su totalidad esta en los EE.UU mientras que los otros 4 se comparten entre ambos países. Hoy en día son una importante vía de navegación y comercio.

Hicimos muchas paradas para observar y tomar fotos de los lagos. Tuvimos la oportunidad de ver una espectacular puesta de sol y de ver la luna aun con luz. Todo un espectáculo de belleza natural. Solo por estos momentos y los de hambre es que el viaje tiene sentido, jajajajaja.

Al final hicimos 801 kilómetros, eso porque hoy estoy de cumpleaños. Llegamos a las 7,30 al hotel pero tuvimos muchas paradas y algunas muy largas. Mañana vamos a Mackinac Island, una isla donde no hay vehículos a motor y luego salimos para Hell donde un amigo de Arcángelo para guardar la motos, se nos acaba el viaje.

Les dejo unas fotos que luego comento, estoy muy cansado, me voy a dormir. Por cierto, ya cantamos el cumpleaños feliz.






























No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario o consulta, pronto te respondo.