17 de octubre de 2011

- Antofagasta-Copiapó 15 de octubre 2011

Es el 15 de octubre y es nuestro 6to día en la ruta, estamos en Antofagasta. El plan de hoy es llegar hasta Copiapó. Desayunamos y salimos para iniciar el viaje cosa que hicimos a las 8,35 de la mañana. Tomamos por la vía directa que nos llevaría a la ruta 5 que une al país de norte a sur, al llegar a cierto punto vemos unos avisos que indicaban que esa salida estaba cerrada. Nos toco hacer media vuelta y buscar una nueva vía, esto nos tomo unos 20 minutos adicionales.

Comenzamos a rodar por el desierto y aparece un anuncio de la escultura de La Mano del Desierto. Esta obra fue realizada por el escultor Chileno Mario Irarrázabal y esta ubicada a 75 km de Antofagasta a una altura de 1.100 msnm. La obra se confunde con el color de la arena del desierto y parece que emerge de esta hacia el cielo. Aprovechamos para parar un rato y tomarnos unas fotos en el lugar.

                        La escultura en pleno desierto impacta desde lo lejos en la carretera

                                                Otro ángulo de la mano del Desierto

Seguimos nuestro viaje pasando por Aguas Verdes en donde ripostamos combustible. Puede sonar raro, pero en Chile no hay estaciones de servicio entre ciudades, esta es una excepción. En el lugar hay un pequeño restaurante en donde comimos unos sandwiches antes de seguir nuestro viaje. Este punto es parada obligatoria de muchos motorizados que pasan por esta vía. Eso queda claro cuando se observan la cantidad de stickers colocados en una de las ventanas.

             La única gasolinera que hay en medio del desierto entre Antofagasta y Chañaral

                           El ventanal con stickers de motorizados de muchisimos países


Entre Aguas Verdes y Chañaral hay unas dos horas de desierto con rectas interminables, este es el punto de transición entre el desierto y la costa y de a poco se comienza a ver algo de vegetación que le da vida a tanto desierto. Luego de Chañaral la carretera esta bordeado por el océano. Algo raro para nosotros y que hemos observado en esta región del país, es que cuando subes entre las montañas del desierto, la temperatura sube y en algunas ocasiones y dependiendo de las horas, hace calor, pero cuando bajas hacia la costa y para mi eso es sinónimo de calor, aquí mas bien la temperatura baja, la costa es fría, en ocasiones muy fría.

                                                             El faro de Chañaral

                                                          La bahía y el puerto

Después de pasar Chañaral el paisaje cambia, las montañas  comienzan a cubrirse de arbustos y pequeñas plantas, parecen unas alfombras que cubren parte de la tierra, ahora si que la tierra muestra su alma y vitalidad. De a poco y en la medida que nos acercamos al pueblo de Caldera, la vegetacion siguió cambiando y creciendo en tamaño hasta que llegamos a ver arboles grandes y sembradios de olivos y uvas.


                 A la entrada de Copiapó con el primer sembradio de olivares que vimos

                             Ahora si se pueden observar bien los arboles de olivas

Entramos a Copiapó con algo en mente, el rescate de los 33 mineros del año pasado. No nos acordábamos que justo fue por estas fechas, exactamente el 13 de octubre y el día trece de octubre de este año, se conmemoro el primer año de este inusual rescate. Por esta razón el gobierno de la República China dono una bella estatua que parece de acero inoxidable como muestra de aprecio al pueblo de Chile y para celebrar este acontecimiento que marco a este pueblo y al mundo,  la Estatua de la Paz. Lastima que una fotografía no pueda transmitir la verdadera belleza, las sensaciones y emociones que sienten cuando se la toma.

              La estatua puesta a un lado de la ruta 5 o Panamericana, paso obligado para ir al sur

                          La estatua recién develada era la sencación para propios y extraños

Fuimos un rato a la plaza de armas en donde preguntamos para ubicar un hotel dejar las motos y dedicarnos un poco a conocer el lugar y tomar algunas fotos y por su puesto comer algo.

Después de preguntar un poco por aquí y por allá sobre donde comer, nos recomendaron ir al restaurante El Legado, muy buena la recomendación. El lugar muy bonito y bien decorado. Muy buena atención del personal y en especial de su dueño, Luis Montenegro quien nos acompaño en la mesa y conversamos de muchas cosas, pero en especial de todo lo que vivió el pueblo de Copiapó el año pasado durante los días previos al rescate de los mineros. La comida de primera, el vino inmejorable, y sobre todo bien acompañados.

                                Plaza de armas, muy concurrida ya que es sábado

                El arco que se construyo para conmemorar los 200 años de independencia

       Con Luis Montenegro, dueño y chef del Restaurante El Legado. Gracias Luis por tu atención

Hoy recorrimos 605 kilómetros, el mayor recorrido hasta ahora. Ya comidos nos fuimos a descansar. Mañana vamos a hacer la visita al Museo y de ser posible ir hasta la mina San José, sitio de derrumbe y posterior rescate de los mineros.

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