18 de diciembre de 2011

- Viedma-Azul 11 de diciembre 2011

Este es nuestro penúltimo día en la ruta, es el 11 de diciembre, 15to día en la ruta y estamos en Viedma. Como les comente ayer, en Viedma había una concentración política debido a la asunción del gobernador luego de las recientes elecciones. La ciudad llena y los hoteles también, después de muchas vueltas terminamos pagando 2 habitaciones dobles para conseguir donde dormir. Como en todas partes, a río revuelto ganancia de pescadores.
Hemos decidido no ir a Mar del Plata para acortar el recorrido y quedar mas cerca de Buenos Aires, por eso hoy vamos hasta Azul, una pequeña localidad turística en las pampas húmedas.Salimos de Viedma sin siquiera desayunar, ya que además de pagar habitación doble cada uno, el desayuno no estaba incluido.

A las 7,50 estábamos en camino hacia Azul, en nuestro recorrido hicimos una parada en Bahía Blanca después de recorrer unos 280 kilómetros, aquí desayunamos y recargamos combustible antes de hacer una salida de la vía nacional 3 para tomar la vía 51, una vía secundaria pero en perfecto estado. Ya en la vía 51 comenzamos a ver la verdadera Argentina agropecuaria. Hasta ahora habíamos visto pocos terrenos dedicados a la cría y siembra, pero hoy lo vimos todos juntos. Llegué a pensar por un momento que todo sobre la carne y los granos aquí era cuento. Jajajajaja

     Una colección de viejos surtidores y avisos de combustible en una gasolinera de Bahia Blanca

                                      Mi bife de chorizo pastando en las pampas

                                          Grandes extensiones sembradas de trigo

                   Aprovechan inclusive el área de retiro a los lados de la vías para sembrar

Interminables potreros para ganado

                             Una tormenta de arena y polvo que nos sorprendió en la carretera

Ya en la ruta hacia Azul, Elito me indico que necesitaba detenerse un rato para hacer unos ajustes en su casco. Me detuve un poco mas adelante que el y al observar a mi alrededor vi una construccion a mi izquierda que parecía una iglesia o una gran mansión. Mientras Elito hacia sus ajustes, me dirijo hacia la entrada que estaba a unos 300 metros, se trata de cementerio de la localidad Coronel Pringles. No ingrese, tome las fotografías desde afuera, pero pude observar desde allí que aquí tambien hay arte y belleza, son increíble los detalles de los panteones, lo bien mantenidos y lo delicado de su trabajo.

                                              La entrada al cementerio de Pringles


            Panteones de diferentes diseños, pero todos dedicados al recuerdo de los seres queridos

             Como no ir a un lugar tan bonito que conjuga el respeto por los muertos y la belleza

Después de esta parada técnica hicimos otra mas para tomar algo de liquido, entro un viento del norte que transformo la atmósfera en un horno, el calor era insoportable. Abrí mi chaqueta y puños, me levante la visera del casco y aun así no me refrescaba. En la parada nos ofrecieron además de las bebidas frías unos ricos salchichones y fiambres caseros que estaban para chuparse los dedos. Buena parada esta.

Nuestra próxima parada fue en Azul a donde llegamos a las 4,30 de la tarde después de haber recorrido 640 kilómetros. Por fin un día con parada final tempranera lo que permite darse una vuelta por la ciudad y conocer algo.

Luego de dejar las motos en el hotel, salí a dar una vuelta a pie por la ciudad, Elito se quedo a descansar. Era domingo y fin de semana con feriado desde el viernes, la ciudad estaba siendo abandonada por los turistas que vinieron a descansar aquí. Me gusto la ciudad, muy organizada, con calles y avenidas anchas, muy anchas diría yo. Pensadas para el futuro crecimiento. Una bonita plaza central y construcciones antiguas pero bien conservadas, muchas de ellas inventariadas y que están incluidas en un plan de visita por la ciudad.

                                                            Plaza Central de Azul

                                Monumento a San Martín, Libertador de Argentina

El palacio Municipal de un lado de la plaza

                                                        La Catedral del otro lado.

                                               Una de las casas que me llamo la atención

                                                           Otra vista de la misma casa

Placa de identificación de la casa


                                               Un bonito ñandu en el jardín de otra casa

El ñandu con su perro pastor

Luego de caminar por mas de dos horas por la ciudad, me hizo muy bien esta caminata, me senté en un local a comer algo y de allí  me fui al hotel a trabajar en la redacción de los días pasados del viaje, sigo atrasado con el blog. Mañana salimos para Buenos Aires y pasado mañana de regreso a casa, ya extraño a la familia. Llega a su final esta etapa y damos inicio a los preparativos de la siguiente que inicia a principios del año entrante.



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