Nuestro 9no día en la ruta, es el 5 de diciembre y estamos en Punta Arenas, hoy debemos llegar a Ushuaia. Estoy emocionado. Suena como si con eso llega a su fin el viaje, que ya se logro la meta y se acabo todo. No es así, la meta, el objetivo, es el viaje. Cada día hay un nuevo logro, un avance, pero nada marca el fin, ni siquiera el hacer la vuelta completa como esta planteada y llegar a Quito. Seguro que ese día nacen nuevos objetivos por haber logrado este objetivo.
Estoy preocupado por que hoy hacemos unos 150 kilómetros de ripio en la Isla Grande de Tierra del Fuego hasta llegar al paso fronterizo de San Sebastian. Nos han comentado que los vientos aquí son muy fuertes y puede ser peligroso al andar sobre el ripio.
Salimos a las 8,15 de la mañana del hostal y fuimos directo al embarcadero para cruzar el estrecho de Magallanes. Ni bien llegamos nos hicieron embarcar de primeros para colocar las motos al final del barco aprovechando un pequeño espacio. En poco minutos las motos estaban aseguradas, el barco lleno y las amarras sueltas. De repente, sin aviso y sin protesto estábamos navegando este mítico canal, buscado durante años por muchos navegantes y descubierto finalmente el 21 de octubre de 1520 por Hernando de Magallanes.
Uno de los marineros amarrando las motos, solo por seguridad
Partiendo del embarcadero
Así quedaron las motos acomodadas
Zarpando para el cruce del estrecho
El paso toma 2 horas y 20 minutos y es muy tranquilo, aproveche parte de ese tiempo para avanzar con los detalles del blog. El barco llega a un puerto en la Isla Grande de Tierra del Fuego que sirve a la ciudad de Porvenir. Durante el viaje tuve la oportunidad de conversar con el Capitán de la nave, Pedro Flores quien gentilmente me invito al cuarto de mando. Allí tuvimos la oportunidad de ver la maniobra de entrada al puerto y atraque. Es increíble como este joven capitán maniobra con tanta facilidad el barco, pasa por un pequeño canal, apenas a unos metros de la playa para finalmente dar la vuelta y atracar en una ensenada protegida de los fuertes vientos.
Con el Capitán Pedro Flores. Muchas gracias
Llegando a la Isla Grande de Tierra del Fuego
Maniobrando a través de una pequeña boca que comunica con el puerto
Aquí se puede ver la pequeña boca de entrada
Listos para el giro con timón y contra rotación en los motores
Miren lo cerca que pasa. Del otro lado existe un bajo, en verdad el paso es estrecho
Perfecta maniobra, atracamos. Ahora a desembarcar
También tuvimos oportunidad de bajar al cuarto de maquinas gracias a la gentileza del motorista Anselmo Millalonco, con quien compartimos un rato dentro de esa área y luego con algunos otros compañeros. Pasamos un buen momento viendo como se trabaja en este espacio ruidoso y reducido.
Elito junto a Anselmo
Tablero de control de los motores
Tableros eléctricos
En la cocina del barco
Área del comedor
Antes de dirigirnos a la población de Porvenir para iniciar el recorrido por el ripio, tome un pequeño tramo para llegar al faro que vimos a la llegada al puerto. No pude dejar pasar la oportunidad de hacer una fotografía con un faro de fondo, Elito decidió esperar en la entrada. Del puerto nos dirigimos a la pequeña población del Porvenir paso obligado en nuestro viaje al paso fronterizo. Bonita la población, bien ordenada y limpia, con una bella plaza de armas, esto es una norma en todas la ciudades y poblaciones en Chile.
Uno de los muchos faros que existen en el estrecho de Magallanes
Placa adosada al faro
Cartel Junto ubicado frente al Faro
Monumento a lo pioneros que fundaron esta población
Monumento en la plaza de armas a los aborígenes de la zona
Salimos del Porvenir a la 1,15 en dirección a San Sebastian, nos tomo 2 horas y 30 minutos hacer los casi 150 kilómetros de ripio. Hemos estado de suerte, el recorrido fue mas fácil de lo pensado, todas las preocupaciones que teníamos sobre este trayecto quedaron en eso. El viento si bien fuerte, siempre estuvo a nuestra espalda, viento en popa diría el Capitán Flores, jajajajaja. No tuvimos los vientos laterales que empujan hacia un lado y pueden sacarnos de la huella de circulación. Al final todo tranquilo en especial para Elito que venia con un estres alto por tener que andar en estas circunstancias. El camino transcurre en buena parte con una linda vista hacia lo que seria el mar de Magallanes que hoy vuelve a ser azul, no se si lo comente, pero nuestra primera impresión de las aguas del estrecho en Punta Arenas fue muy triste, aguas grises y oscuras. Nada que ver con las aguas de hoy. Cuando no era mar lo que veíamos, eran las grandes extensiones de tierra con los famosos corderos magallánicos. Antes de hacer aduana de salida nos paramos en un restaurante en la vía a probar de este cordero.
Foto de postal
Otra bonita vista
En el Hostal San Sebastian de lado Chileno
Cordero magallánico, puré de papas y ensalada, espectacular y merecido premio
Uno de estos corderos fue el que nos sirvieron, jajajjaja
Hicimos los tramites de migración con la sorpresa que mi numero de pasaporte Venezolano coincide con el de un Argentino con prontuario judicial, casi me dejan tras las rejas. Un poco de técnica informática y pudieron levantar la restricción y fuera de la cárcel, jajajajaja. Viaje rápido sobre asfalto pasando por Rió Grande y de allí directo a Ushuaia. Llegamos a las 8,30 de la noche, si se puede llamar noche ya que aun el sol estaba brillando alto en el horizonte.
Al final hicimos 487 kilómetros con 150 de ripio. Hasta aquí tenemos hecho 13.097 kilómetros desde Quito. Mañana les cuento de la ciudad.
Me siento feliz y afortunado por estar aquí y no puedo mas que agradecer tantas bendiciones y suerte. Muchos quieren venir, pocos lo hacen.
Las montañas nevadas aun nevadas
El paso Garibaldi en donde se inicia en descenso hasta Ushuaia
Ya en Ushuaia. Gracias a Dios. Foto tomada a las 8 de la noche
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