Nos levantamos temprano para preparar nuestra
salida, hoy entraremos a Canadá en ruta hacia Anchorage. Aún tengo fresco en la
memoria el día que recibí mi pasaporte con la negación de la visa para Canadá.
Todo el proyecto y el trabajo de mas de 1 año y el sueño de llegar a los dos extremos de la carretera Panamericana estaba perdido. Ademas me sentía muy mal ya que por mi culpa podía dañar el viaje a mis compadres. Pero la
perseverancia y el haber solicitado la visa por primera vez con mucha
antelación me permitió hacer una segunda solicitud. Que alivio.
Queríamos salir temprano de Haines, pero la lluvia
no lo permitió, tuvimos que esperar hasta las 9 de la mañana para poder salir.
Antes de tomar vía a la frontera fuimos al lago Chilkoot para descubrir el porque las
aguas de la bahía de Haines tienen ese color. Esta laguna se forma por la
afluencia de varios ríos que bajan de las montanas, alguno de ellos por el
derretimiento de los glaciares en verano. Estas aguas contienen diferentes minerales que le dan ese color especial. La Laguna y el agua de la bahía son
del mismo color, el constante fluir del agua de esta laguna que al final como todo río llega al mar, le han dado ese color tan especial a la bahía de Haines.
Finalmente y luego de visitar la laguna salimos de Haines a las 10 de la mañana
aun con lluvia. Nos tomo una hora hacer las 40 millas o cerca de 64
kilómetros hasta la frontera con Canadá. Aquí si son bien descomplicados, para salir
de USA no hay que hacer nada, pase y siga. A la entrada al Canadá te recibe un
oficial de migración en la vía, te pide el pasaporte, toma el numero de la
placa, va y regresa y te dice, welcome to Canadá, go ahead. Le dije en mi mal Ingles, Excuse me, eso es todo, me dijo, yes. De vaina
y nos dio tiempo para las fotos, en eso tampoco se complican, Tome la fotos que
quiera me dijo.
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Amaneció con lluvia. Plástico para que no se le resfríe el rabo a la moto |
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Aprovechamos un rato que la lluvia paro para salir |
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Con Alberto, dueño del hotel donde nos quedamos en Haines |
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La falta de sol no permite ver el color del agua, es verde esmeralda como la bahía |
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Llegamos a la frontera |
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10 minutos y listos para salir, ultima foto en el puesto de frontera |
Seguimos nuestra ruta ya en suelo canadiense, la lluvia seguía cayendo y no teníamos mas remedio que avanzar. Por su puesto que ademas de lluvia, había frío y neblina, pero hay que avanzar. De pronto nos dimos cuenta que estábamos en el territorio del Yukón, famoso por la fiebre del oro de Klondike que se desato a finales del siglo 19. Alguno de mis contemporáneos debe acordarse del Sargento Preston de la Policía Montada del Canadá, una serie de televisión de cuando se veía en blanco y negro, eso fue hace algunas lunas, jajajajaja. Aquí la vegetación cambia de los imponentes pinos del lado de EE,UU a unos pinos pequeños, Caprichosa la naturaleza, aquí si, aquí no.
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Sobran las palabras |
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Largo como la vida |
Nuestra ruta era hacia Haines Junction, allí deberíamos desviarnos hacia Beaver Creek. Dije deberíamos porque nunca lo hicimos. Ninguno de los dos vio el aviso y eso que era del tamaño de una casa. Esta tontería nos costo 110 kilómetros y mas de una hora de tiempo. Nos regresamos y por la hora nos paramos a comer algo en Beaver Junction y a rumiarnos la rabia. Allí nos encontramos con un Japones que sin hablar el Ingles y en una moto 250 cargada hasta el techo, venia de regreso de Fairbanks como si nada. Otra muestra que para viajar y recorrer el mundo solo falta las ganas. Habíamos llenado los tanques cuando pasamos la primera vez y los volvimos a llenar ahora, es importante y conveniente llenar cada vez que se pueda.
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Típicas chozas indias de la zona en un hotel de la carretera |
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Unos típicos cachos de venado, también de la zona |
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Hay que estar ciego o dormido para no ver tamaño aviso |
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Con Akira, quien se vino de Japón para hacer esta ruta |
Mientras íbamos en la carretera viendo paisaje y rumiando nuestra rabia por la perdida de tiempo, yo le decía a Arcángelo que había una razón para eso y que era que con esa demora quedamos coordinados con el oso que tenia que cruzar la carretera mas adelante. Bueno, dicho y hecho, en una curva el oso Yoggi atravesando la calle como oso por su casa. Que belleza y que emoción, ver el oso nos hizo olvidar el descuido con el cruce, el tiempo perdido y la rabia.
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Foto por aquí |
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Foto por allá |
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Foto mas acá,.......... y de repente |
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El oso |
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Arcángelo posando para la foto |
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El oso hizo lo mismo, a ver, viendo el pajarito |
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Una foto del oso conmigo, sin nada de poses |
De tanto parar sumado a la perdida ya se nos hacia tarde, después del show del oso le dimos de una sola hasta Beaver Creek. Tuvimos unos 25 kilómetros de pedazos en reparación, con mucha piedra suelta y gravilla y por su puesto mucho polvo, eso nos retraso más. Llegamos a Beaver Creek a las 7,30 de la tarde y con la reserva de la gasolina, teníamos eso claro, por eso pusimos gasolina nuevamente antes de salir de Beaver Junction.
Al final del día hicimos 695 kilómetros, 145 kilómetro mas de la distancia inicialmente calculada para el día, 35 para ir y venir del lago y 110 por la pisada de bola de esta mañana. Hasta ahora este ha sido el día de mas largo recorrido. Con excepción de los pocos lugares en que se esta reparando la vía, la carretera desde Haines hasta Anchorage están en perfectas condiciones, existen unas ondas o saltos en algunos lugares, pero no es de preocuparse. El combustible nos es un problema, solo hay que estar pendiente de mantener el tanque de la mitad para arriba. Se puede andar rápido y hay muchos sitios para pararse a disfrutar del paisaje. En Canadá las distancias y velocidades están dadas en kilómetros, esto también me llamo la atención. Veamos cuando cambian el sistema métrico los gringos, o sera que están esperando que todos cambiemos a las millas?
Mañana seguiremos a Anchorage, dejaremos Canadá y volveremos a entrar a EE.UU. También sera nuestro ultimo día de ruta en esta etapa.
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695 kilómetros con pisada de bolas y todo |
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La ruta del día |