24 de octubre de 2011

- Santiago-Temuco 22 de octubre 2011

Es el 22 de octubre, estamos en Santiago y este es nuestro 13er día en la Ruta. Hoy vamos a Temuco y no a Concepción como estaba previsto, este cambio se debe a que nos estamos quedando sin tiempo y aun falta bajar hasta Chiloé y regresar hasta Temuco para dejar las motos.

Como casi todos los días, incluidos aquellos en los que no viajamos, nos levantamos temprano para poner en orden el desorden en que quedan hechas las habitaciones después de abrir el equipaje y dejar todo regado. Desayunamos y ya con las motos cargadas salimos a las 8,05 de la mañana del hotel y nos dirigimos a una estación de servicio para llenar los tanques y poner aire en las llantas. Tuvimos que pasear por varias estaciones para conseguir ambas cosas. Al final terminamos saliendo de Santiago a las 8,35 de la mañana. Pusimos rumbo a Rancagua como referencia, luego a Talca y de allí a Chillan donde el camino se bifurca, una vía a Concepción y la otra hacia el sur.

Hicimos la primera parada en una gasolinera para tomarnos algo caliente y ponerme el forro interno de mi chaqueta ya que me estaba muriendo del frió. Luego de esta parada no programada paramos en Longaví después de haber recorrido 330 kilómetros, llenamos los tanques y también los estómagos. Aquí comimos una suculenta cazuela de vacuno, una sopa con carne de res que estaba bien caliente, justo para aplacar el frío y además estaba para chuparse los dedos.

                   No vean las motos, observan al fondo el Nevado Longavi, ese es culpable del frió

                                               Ya de cerca se siente mas frió, o no?

                                                   Se huele el aroma de la sopa

                   Perfecta sincronía para tomar esta foto. Andaba como a 100 km/h


                                                                    Sobran las palabras

Comimos y pusimos rumbo a Temuco para llegar a buen tiempo de manera que pudiéramos encontrar un hotel y luego ubicar a mi amigo Hugo Cumsille para salir a cenar juntos y conversar un poco. Casi no volvimos a pararnos en el camino, solo para reabastecernos de combustible y tomar un café, eso fue a la salida para Los Ángeles que en principio habíamos considerado para quedarnos allí en caso que el tiempo no nos alcanzara, pero en las autopistas se rueda a buen promedio.

No me voy a cansar, y espero no cansarlos con las veces que me he referido y me voy a referir sobre lo alucinante del paisaje en esta zona, pareciera que en Chile las cosas se dan por regiones, en algunas tienen todo el desierto donde tragamos harto polvo, como dicen aquí,  en otras regiones todos los cultivos, o todos los ríos juntos.  No deja de sorprenderme la capacidad que tiene la Madre Tierra para cambiar y renovarse a cada rato y en cada lugar, desde los áridos desiertos del norte, a estas maravillosas tierras llenas de vida al sur de Chile.


                             Como no alucinar, solo miren los colores de estos sembradios.

                                                 Elito se perdió la foto por no regresar

                       Infinidad de colores para disfrutar mientras se maneja hora tras hora.

Ya en el ultimo tramo Elito me comenta que detrás de el venia una moto muy rápido, nos paso y mas adelante se detuvo, hicimos lo mismo para saludar con el motorizado que por la placa de su moto supimos que era de Chile. Pedro Aqueveque es de Temuco y venia de Angol, una ciudad cercana. Conversamos un rato y Pedro se ofreció a ayudarnos con el hotel y recomendarnos un buen taller para hacer el mantenimiento a las motos antes de guardarlas, gracias Pedro.

                                                Juntos con Pedro en la vía a Temuco

Después de acomodarnos en el hotel donde guió Pedro, nos pusimos en contacto con Hugo y acordamos salir a cenar esta noche. A la hora acordada Hugo nos vino a ver junto a su esposa Viviana Capponi.  Recorrimos un poco la ciudad en el auto y fuimos a recorrer la Universidad Mayor, lugar donde trabaja Hugo y en donde guardaremos las motos al finalizar esta etapa. Nos quedamos hablando de diferentes temas y nunca conocimos las bodegas, estuvo amena la charla. Nos fuimos a cenar a un restaurante muy bueno, tomamos algo de vino para acompañar la cena. Buena la velada entre Árabes e Italianos, resulto ser que Viviana es de origen Italiano igual a Elito, mientras que Hugo y yo resultamos ser descendientes de Árabes. Dios lo cría y ellos se juntan, así reza el dicho. El tema de discusión al final de la noche en donde haríamos las próxima vacaciones, Viviana quiere ir a Italia, mientras que Hugo quiere ir a Egipto, me anoto a cualquiera de los lugares.

                                  Gracias Viviana y Hugo por la cena y la excelente tertulia.

Les quedamos muy agradecidos a Viviana y a Hugo, desde ya quedaron en visitarme en Quito muy pronto, allí saldremos a cenar juntos con mi esposa Nancy. Es un compromiso

Ahora a descansar que mañana toca un nuevo trayecto que incluye el abordar un transbordador para pasar el Canal de Chacao y llegar a Chiloe.



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