Este es el día que estábamos esperando, hoy vamos al Salar de Uyuni. Es en nuestro 6to día de la ruta y estamos en Potosí.
A las 6 de la mañana llego Hugo, nuestro chófer y guía para viajar al salar que se encuentra a unas 4 horas de distancia en carro desde Potosí. La carretera. según nos han dicho, esta asfaltada en un 85% y solo faltan unos pocos kilómetros para completarla, esto hará el viaje mas rápido a futuro. Salimos sin desayunar del hotel y sin perder tiempo Hugo ya nos estaba contando sobre el salar, la ciudad de Potosí y la historia de las minas, él trabajo en una de las mineras de Simón Patiño.
Hicimos nuestra primera parada sobre el puente del cañón del río San Juan y de allí volvimos a pararnos en la población de Tica Tica, un caserío en el camino hacia el Uyuni. Aquí desayunamos unos sandwiches de huevo y café, eso es lo que había. Seguimos nuestro viaje pasando por la mina Pulacayo lugar en donde en el año 1952 se inicio la revolución de los mineros que desencadeno con la nacionalización de las minas y la expulsión o huida de los Barones del estaño, entre ellos el famoso Simón I. Patiño. Según Hugo, en esta mina antes de la nacionalización laboraban mas de 2.000 hombres y todo esto en medio de la nada. Era toda una ciudad destinada a los mineros, con casas, tiendas, sitios de diversión. Aun existe una cancha de fútbol con medidas oficiales en la que según Hugo venia a jugar el River Plate y otros equipos famosos para distraer a los mineros.
El pueblo de Tica Tica
Montañas multicolores nos acompañaron durante el viaje
En lo alto de la montaña la mina Pulacayo
El campamento hoy abandonado. Solo hay unos pocos pobladores viviendo aun allí
Parte de la vía esta aun sin asfaltar pero están trabajando a toda maquina para terminar la conexión entre Potosí y la población de Uyuni, punto turístico muy visitado por extranjeros todo el año. Nos toco hacer varias paradas obligadas ya que a pesar de ser sábado, estaban trabajando en la construcción de esta carretera.
Camiones llevando material de relleno para la carretera
Después de nuestra ultima parada obligada iniciamos un descenso y luego de una curva apareció ante nosotros el salar, lejos, pero ya podíamos verlo. Al rato pudimos ver la población de Uyuni, un pueblo en medio de la nada, sin casi arboles y con un sol abrazador todo el santo día. A veces me pregunto a que o por que vinieron los primeros pobladores a sitios tan duros como este.
Allí esta el salar, blanco e inmenso
En medio de ese árido desierto esta el pueblo de Uyuni
Aquí se ve mejor
Llegamos al pueblo de Uyuni, nos detuvimos a llenar gasolina y a recoger nuestro almuerzo para comer en el salar. Aprovechamos de tomar una fotografías en el pueblo, la estación de del ferrocarril y en el cementerio de trenes y de allí ya sin perder mas tiempo nos dirigimos a la población de Colchani justo en la entrada del salar para ver como procesan la sal los lugareños, comprar algún recuerdo y por fin hacer nuestra entrada al salar.
La estación del ferrocarril
El patio de trenes en la estación
Embarcados en este pequeño carro manual
El cementerio de trenes
Junto a estos monstruos de hierro que ya dieron todo
Un poco de diversión no hace daño, jajajajaja
Si me llego a caer, creo que si
Solo nos faltaban 25 kilómetros para llegar a nuestro destino
El pueblo de Colchani antes de entrar al salar
Juan explicándonos el proceso del secado de la sal
Envasando la sal manualmente. 15 Bolivianos o 2 $ le pagan por un bulto de 50 kilos. Nada
Artesanías y recuerdos en pleno salar
El museo y sus figuras hechos con bloques de sal
Una casa hecha con bloques de sal
Salimos de Colchani y sin darnos cuenta ya estábamos rodando sobre el salar, al principio como que uno no lo asimila, no se da cuenta de que ya estas allí, dentro del salar y toda su inmensidad. De a poco se van quedando los otros vehículos o toman otras rutas y te quedas solo en ese inmenso mar blanco con fondo azul. Te vas adentrando y aparecen las montañas y pareciera que flotaran en el aire o que te separa un gran mar de ellas, es solo una ilusión óptica. Las distancias no se perciben aquí, pareciera que te separan unos pocos kilómetros hasta alguna de las montañas, pero en realidad son muchos kilómetros. El salar tiene 160 kilómetros de largo por 80 de ancho, son mas de 12.000 kilómetros cuadrados. Hay sitios que uno no debe dejar de ver antes de morir, este es uno de ellos. Es magia pura, no puedes dejar de observar el horizonte, justo allí donde se funden lo blanco de la sal con el azul de cielo y el resultado es un color sin nombre aun. Yo estuve hipnotizado con este efecto.
Algo de agua que hay que atravesar para seguir nuestro camino
Los montículos de sal para el procesamiento en el pueblo de Colchani
Los ojos del salar........
Sitios por donde brota agua hecha salmuera que luego se evapora y solo queda la sal
Solos con la sal y el horizonte, se me olvido el sol que nos tuvo locos. jajajajaja
Ven ese raro color que se forma al final donde se une todo?
No es sal en el cerro, es nieve
Elito decidió lavarse los pies en la salmuera
Que no se enteren los de Colchani, lo matan por meter los chanpiniones en la salmuera
Después de adentrarnos unos cuantos kilómetros en el salar, se hizo hora de comer algo y para eso tomamos la ruta que nos llevo a un hotel construido en medio del salar. Allí teníamos previsto hacer la parada para comer un rico almuerzo que nos habían preparado en Uyuni. En la medida que nos acercábamos, comenzaban a aparecer en el horizonte una gran cantidad de objetos de colores que parecían moverse en el horizonte. Era el hotel con una gran cantidad de vehículos, carpas y gente disfrutando de una fiesta en pleno salar.
Los niños jugando con la nieve, perdón, con la sal
Nos sumamos a la fiesta
Esto es mágico, tienen que venir
Todo en sal, el salar provee hasta para la construcción
Preparándonos para el almuerzo, estuvo genial
Terminamos de almorzar y salimos a darle un ultimo vistazo al salar antes de iniciar nuestro retorno a Potosí. Todo tiene su final y esta no es la excepción, toca regresar a la realidad y al duro trabajo de viajar en moto manejando uno mismo y no como hoy que nos llevaron en carro y super bien atendidos.
No dejen de venir a ver esta maravilla de la naturaleza, en verdad vale la pena.
Por hoy terminamos, mañana salimos para La Paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario o consulta, pronto te respondo.